Una tarta muy entrañable las que os voy a mostrar, se trata de una escena en la que el abuelo hace lo que más le gusta, su ratito de música sentado en el cómodo sofá de casa.
Me la encargó Ana Belén, la misma chica que me encargó los animales de la selva para la tarta de su hijo. Pero en esta ocasión, la tarta era para su padre (el abuelo), al cuál le encantó la sorpresa de verse a sí mismo representado en tan dulce obra.
Bizcocho relleno de buttercream de vainilla y forrado de fondant. Los detalles representados sobre la tarta son de pasta de flores. Los detalles de color negro son el tocadiscos, el altavoz y el mando a distancia (es un tocadiscos moderno).
Todo se come, sí sí... hasta el sofá. ¿Os ha gustado? espero que sí chic@s. Nos vemos en la próxima entrada ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario